domingo, 26 de mayo de 2013

Tyson, ¡Siempre estarás conmigo!

  Tyson fue mi niño grande, un  boxer negro hermoso, que mientras vivió hizo de nuestras vidas una feliz y llena de vida. No importa cuanto tiempo estuviéramos fuera, cinco minutos o cinco horas,  el nos recibía con una energía increíble moviendo su "rabito".  No importa el estado de ánimo con el que estuviéramos el siempre nos sacaba una sonrisa... 




Cuándo Tyson llegó a casa Ivania tenía 6 años y desde el primer instante el entendió que ella sería quien mandaría en esta relación que recién comenzaba. Ella aprendió cada comando, cada señal y cada tono de voz que debía utilizarse con nuestro nuevo miembro de la familia.  






  A Tyson le encantaban los paseos en en carro, y sabía que su lugar era al frente y que nadie, solo Güela podía hacerlo ir atrás. Creo que el no ir al frente era lo único que no le permitía hacer.. ;) Me encantaba dejar que se me trepara sobre la falda aun cuando ya casi no cabía en ella. 




Desde que llegó Güelo David a nuestras vidas, hace cuatro años atrás, Tyson hizo conexión con el.  Güelo siempre lo consentía y el lo sabía. Solo tenía que poner esa carita que solo el sabía que a todos derretía. 









En junio del 2012 Tyson inesperadamente comenzó a decaer de salud, hasta que llegó su momento de partir.  No puedo decir que lo superé y la verdad es que no se si algún día lo haga. Por eso decidí que el recordarlo no era suficiente, y al acercarse el primer año de su partida, decidí que la mejor forma de homenajear su vida, era tatuandome su huella! 




¡Siempre estarás conmigo!